Hansel sostenía un puro entre los labios mientras llevaba la correspondencia a la sala. Después de unas aparentemente largas vacaciones, los chicos estaban cansados todavía. Midori le había explicado a Delico sobre su pasado, y sobre la identidad de Pumpkin Head, lo que la había orillado a hacer todo eso, y más que nada, el dolor que le causaba.
Hansel: Tiene tiempo que no nos llegaban cartas — Deja los sobres sobre la mesa de centro —.
Midori: Parecen ser bastantes, además... ¿de dónde sacaste ese puro? —Se lo arrebata de la boca— No puedes fumar dentro de la casa.
Hansel: No lo tenia encendido cariño, venia con esta carta. —Pone en alto un sobre rosa con decorado de encaje, y un sello que únicamente Hansel conocía—
Delico: ¿Y qué dice?
Hansel: Tenemos un nuevo caso. —Se lo pasa a Delico para que lo lea—
Darkness: ¿De qué trata?
Hansel: Al parecer hay un asesino suelto.
Darkness: ¿No le pueden dar ese caso a la policía? — Piensa un poco— ¿Por qué querrían que nosotros lo resolvamos?
Hansel: Pues....por el vinculo que tengo con las personas que lo mandaron.
Todos lo miraron sorprendidos.
Darkness: ¿Qué? ¿Conoces a más gente?
Hansel: Por supuesto que conozco más gente —Se cruza de brazos— No es como que este lugar sea lo único que conozco de la ciudad.
Delico: ¿Qué es SweetLips?
Midori: ¿Ellos fueron los que mandaron la carta? —Mira a Hansel—
Hansel: Eh, sí sí.
Delico: Mmmh.
Hansel: SweetLips, Delico, es un prostíbulo que se encuentra en la calle Hostluck. —Se rasca una mejilla, parecía que esperaba un regaño de las chicas—
Delico: ¿Qué es un prostíbulo?
Hansel: Jaja, te llevare para que conozcas sus maravillas.
Midori: Ni se te ocurra —Se abalanza contra Delico para darle un fuerte abrazo— No te permitiré que perturbes a esta inocente alma.
Darkness: Bueno bueno, basta de tonterías. ¿Qué debemos hacer?
La noche era fría, no hacia mucho que la lluvia había parado, las calles estaban húmedas, y las gotas de los tejados caían uniformemente. Delico y Hansel caminaban hacia la calle Hostluck, esta se encontraba en un barrio de no tan buena pinta, había montones de vagos y borrachos en la acera, resguardándose de la ya pasada lluvia. A lo lejos se lograba apreciar un portón negro con un letrero de luces donde claramente se leía "Sweet Lips".
Hansel: Es hora de que te vuelvas hombre —Miro a Delico, para luego reírse un poco—
Al estar enfrente del portón, Hansel tomó aire, se arreglo el cabello y tocó con fuerza.
Poco segundos después, un hombre robusto abrió la puerta, y los dejó pasar. Una mujer aparentemente de edad avanzada, pero bien conservada, recibió a Hansel con emoción, no dejaba de abrazarlo y besarlo. Mientras tanto, Delico miraba al rededor, había montones de chicas jóvenes y hermosas vistiendo de una forma provocadora, y aparte, hombres mayores, algunos borrachos buscaban consuelo.
Hansel: Helen, también me da gusto verte —Dice una vez que la señora lo dejara en paz—
Helen: Hansel, han pasado casi dos años desde la ultima vez que viniste a mi negocio. Las chicas no dejaban de preguntar por ti, especialmente Donna. La pobre dejo de tener esperanzas en volver a escucharte. Además ¡Ha pasado una desgracia tras otra en este lugar! Necesitamos que nos ayudes urgentemente.
Hansel: Por eso estoy aquí, también traje a un amigo. Delico, ven, te presentare a este maravillosa mujer.
Delico: —Se acerca con ellos. — Hola.
Helen: —Lo mira de arriba hacia abajo, se coloca unos lentes redondos y pequeños para seguir observándolo— Oh, que muchacho tan apuesto, estoy segura que mis chicas se divertirán contigo. Me llamo Helen, y soy la administradora del lugar. Cualquier cosa que se te ofrece te la daré con mucho gusto bombón.
Delico: Bueno, gracias señora.
Helen: Nada de llamarme señora, llámame por mi nombre cariño.
Delico. Esta bien...Helen.
Hansel: Me alegro que se lleven bien. Ahora, pongámonos serios ¿Por dónde empezamos?
Helen: Vengan, los llevare a un lugar más privado, no quiero que la clientela me escuche.
La mujer los llevo a lo que parecía su despacho, había un escritorio y cuadros un tanto extraños. El lugar estaba empolvado, parecía que no lo usaban muy seguido, o solamente no le daban el mantenimiento apropiado.
Helen: Lo que pasa muchachos, es que hay un loco suelto que mata a mis niñas a sangre fría. Ya van dos muertas en el mes, las chicas dicen que se hace pasar por un cliente, para después asesinarlas. A la pobre de Bianka la encontramos en un callejón despedazada —Empieza a sollozar— Cómo les pido que hagan bien su trabajo, si últimamente se la viven con miedo. No puedo seguir con esto, y tampoco ponerlo en las manos de los policías, no vaya ser que los ingratos me cierran el lugar.
Hansel: Helen, no estoy muy seguro de que esto sea cosa fácil pero te prometo que haré lo posible para que las chicas estén seguras.
Helen: —Se seca las lagrimas— Gracias Hansel, sabia que podía confiar en ti. Sé que los dos harán un gran trabajo, díganme que hacer para facilitarles su investigación
Hansel: Bueno, podrías empezar a decirnos dónde ocurre más seguido esto, y creo que interrogaremos a las chicas que estuvieron con Bianka.
Helen: Claro muchachos. La primera vez que paso fue el mes pasado, fue en una de las habitaciones de aquí, por respeto a nuestra colega ya no la usamos. Apuñalaron a la muchacha varias veces en el estomago, le cortaron unos dedos y escribieron...Ramera en la pared con su sangre —Se nota que le cuesta hablar del tema, pues claro, la gente que trabaje aquí son como sus hijas—.
Delico: ¿Cómo es que no se dieron cuenta quien lo hizo?
Hansel: Las habitaciones están diseñadas para que tengan privacidad, no es tan fácil escuchar lo que pasa en otros cuartos.
Helen: Además el responsable nunca salio por la puerta, se escapo por la ventana. La puerta estaba con seguro y la bloquearon por dentro. Nos costo demasiado abrirla, y luego ver tal desgracia.
Delico: ¿No revisan a los clientes antes de entrar?
Helen: No les hacemos una revisión intensiva para evitar que se sientan incómodos, pero tomamos medidas en ello.
Hansel: Umm. ¿Y los otros dos casos?
Helen: Sucedieron fuera de aquí, cada fin de semana llevamos a las chicas a trabajar en las esquinas de Hostluck y de otras calles.
Delico: Este si es un asunto serio. ¿Podemos hablar con alguna persona que haya estado con Bianka el día de su asesinato?
Helen: Claro, traeré a las cuatro que estuvieron con ella. Pónganse cómodos. — Sale de la habitación—
Hansel: —Se recarga en la silla y sube los pies al escritorio— Yo que quería invitarte a pasarla bien. Sera para la próxima. —Se estira—
Delico: —Pensativo— Cómo resolveremos esto, no...no somos detectives ni policías.
Hansel: Ten fe amigo. Antes de que tú llegaras atendimos casos similares.
Helen llego con cuatro chicas, al parecer Hansel conocía a dos de ellas pues se abalanzaron contra él para llenarlo de besos. Tras una larga platica no llegaron a nada concreto, pero lograron obtener posibles pistas de la apariencia del asesino.
Ojos verde intenso, y una enorme sonrisa.
Antes de salir del lugar, Hansel se dirigió a una de las habitaciones. Llamo a la puerta varias veces, hasta que una voz dulce le dio permiso de entrar. En la cama había una joven con vestido negro escotado, tenia los ojos cerrados, esperando a que le dieran ordenes. Han se acerco a ella y se hinco al borde de la cama, acaricio una de sus mejillas y tierna mente le beso la mano.
Hansel: Perdón por hacerte esperar.
La chica abrió los ojos sorprendida, su mirada era vaga, su iris y pupilas eran de un tono grisáceo, casi blanco. Las lagrimas empezaron a brotar y se dejo caer encima de Hansel. Después de una breve charla pero llena de emoción y sentimiento, Delico y Hansel regresaban a casa.
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La primera entrada del año, wuuuu.
Espero poder escribir más que el año pasado ;-;U
También espero contar con ustedes <3
¡Me ayudarían mucho comentando, y compartiendo!
Espero sea de su agrado esta entrada
Nos vemos luego.
Luna