sábado, 20 de marzo de 2021

31. No sirvo para esto.

 

Un curiosos sabor a hierro despierta a Midori de su profundo sueño, sus labios están secos, horriblemente secos, sus comisuras sangran ligeramente, y duele. 

El lugar donde se encuentra le es familiar, hasta donde recordaba, hacía una noche que lo había dejado. Se incorpora en la cama, las sabanas blancas y frescas le piden que se quede otro rato, pero Midori no les hace caso. Sale de la habitación, tambaleando por una extraña razón, en la sala está Darkness tomando un café, Hansel mira la TV y Delico parece estar haciendo la limpieza. Siente un alivio en su corazón. 

Midori: Buenos días chicos...

Los tres la voltean a ver, sonríen. Pero algo no está bien, un escalofrió largo recorre su espalda, provocando que se retuerza ligeramente. En un abrir y cerrar de ojos, sus amigos ya no están. La casa se vuelve solitaria, silenciosa...Midori camina al centro de la sala, confundida, un agujero inmenso emerge del suelo, y unos lazos negros la arrastran hasta la oscuridad. 


Salta de la cama, gritando y bañada de sudor, Neo y Miram la observan, tranquilos. Miram se acerca ofreciéndole un vaso de agua y un paño, pues sus labios sangraban de los secos que estaban. La habitación era la misma donde Delico alguna vez se hospedó en casa de Neo.

Neo: Nos alegra verte despierta, pequeña.

Miram: Estuve pegada a ti por días, intentando curar las quemaduras y heridas de bala...creí que no despertarías tan pronto.

Midori se toma la cabeza, no solo se siente pesada, también percibe que, su frondoso y largo cabello...ya no estaba, se sentían mechones ásperos, su...su cabello...Intenta observar las puntas, la sensación de estas no es agradable.

Miram: Tuve que cortarlo, lo siento mucho, sé que te gustaba demasiado. El fuego lo hizo añicos.

Midori: ¿Y...los demás? ¿Darkness, Delico...Han?

Neo y Miram se voltean a ver serios, ninguno de los dos quería decir algo, pero no es un asunto que se pueda ignorar.

Neo: Se los llevaron, ¿no lo recuerdas?

No podía procesar aquellas palabras, hasta que una punzada en la cien la hizo regresar a sus sentidos.

Midori: ¿Cuántos días llevaba dormida?

Neo: Casi una semana.

Midori: ¿Qué?...¡¿Una semana1!? En este punto ya nadie debería estar vivo....yo...aaaaaaah. 

El sentimiento de impotencia logra sacarle unas lagrimas de frustración.

Midori: ¿Por qué no me llevaron? ¡Por qué! — Solloza.

Neo: No todo está perdido, créeme. Si estás tú aquí, es porque el destino quieres darle una oportunidad.

Midori: ¿Pero qué puedo hacer yo? No tengo blood control como Delico, ni controlo la oscuridad como Darkness, o soy un fantasma como Hansel, ellos dependiendo de mi...están jodidos. 

El silencio solo hace apreciar el llanto de Midori. Daerlix entra a la habitación, con alimentos para Neo y Miram. Se da cuenta que no es el mejor momento, sin embargo se acerca a ella y la abraza.

Daerlix: Es normal que despiertes sintiéndote débil e incapaz en esta situación, pero no estas sola en esto, Mido, no estás sola. — Resguarda fuertemente el cuerpo de Midori contra su pecho.

Midori termina en un llanto profundo, que solo se apaga yendo a dormir otra vez.


En la noche de aquel mismo día, Neo, Miram y Daerlix comparten un poco de tiempo en la sala de estar, si bien, parecía un momento en el que pudieran descansar despreocupadamente, las dos chicas temían que en cualquier instante alguien irrumpiera a la puerta, de una forma violenta o no. 

Daerlix: Olvide mencionar que ayer visite la vieja casa de mi tía, con la esperanza de encontrar algo crucial para encontrar a Delico.

Miram: ¿Y qué pasó?

Daerlix: No encontré nada...más que una carta dirigida a mí.

Neo: ¿Ya la leíste?

Daerlix: Todavía no.

Miram: Uuuh, ¿lo harás para nosotros?

Neo: No creo que sea buena idea, algo me dice que su contenido es muy personal — Toma un poco de té.

Miram: Oh, en ese caso, hazlo cuando estés solita, sí sí. — Toma una galleta con relleno de frambuesa de la bandeja, y la come despacio.

Daerlix: ¿Algo personal?... — Observa el sobre ligeramente arrugado.

Neo: En otro tema, tenemos que ayudar a Midori que salga de esto.

Miram casi se atraganta con las galletas al escuchar aquello.

Miram: Neo, sabes que no servimos para el combate...¡hablo por los dos!

Daerlix: Yo, no me negaría a ayudar a Midori en el campo de batalla.

Miram: Eres tan valiente —Sus ojos tienen un brillo de asombro.

Neo: No me refiero a que entremos a la casa de los Dolce Pianto, hablo principalmente de la ayuda emocional. Sé que hay gente dispuesta a pelear junto a ella, o a arriesgarse.

Miram: ¿No has tenido alguna premonición sobre todo esto?

Neo: Si te dijera, estaría arruinando lo que viene.


Luego de una corta charla, todos deciden irse a dormir. Cuidar de Midori era agotador, no tanto por el esfuerzo, emocionalmente estaba acabando con todos. Pensar que aquellos chicos, con pasados borrosos y tormentosos, misteriosos y un tanto tercos, como sea, habían aprendido a sobrellevar la vida, y se habían vuelto una familia, amigos, amigos de todos los presentes en la casa. 

Antes de ir a la habitación que Neo le había dado para descansar, Daerlix decide salir al jardín de enfrente, la brisa de una lluvia reciente todavía podía impregnarse en su rostro, frío, el pasto mojado, las estrellas apenas y pueden verse, pues las nubes son mayormente espesas.

Se sienta en el escalón de la entrada, frente a la puerta. En sus manos está la carta que habían escrito para ella, sin remitente, solo su nombre escrito con una caligrafía curiosa. 

Abre el sobre con cuidado, desdobla la hoja. Su corazón late fuerte, siente en su pecho una punzada, las ansias de saber que decía por fin iban a ser calmadas. 


Daerlix:


Cuando leas está carta, seguramente esté volando a otro lugar. Los chicos tuvieron una curiosa idea de irnos a una isla, muy muy lejos de aquí. Lo siento mucho por ellos, llevo un peso conmigo, y es saber que han abandonado su vida en está ciudad solo para mantenerme a salvo, aunque ellos digan que no es la gran cosa, conozco perfectamente la sensación de alejarse de casa. 

Respecto a eso, han pasado casi dos años desde que llegué aquí. Creo que nunca tuve la oportunidad de contarte a detalle todo por lo que pasé para estar donde ahora. Mi niñez fue muy dulce, mi adolescencia un tanto difícil, y ahora...estoy teniendo tragos amargos ,...y dulces de la vida.

Tener que moverme de casa fue difícil, dejaba atrás a mi abuelo, quien me crio, en un estado de salud delicada, sin embargo no podía imaginarme que algo le pasara por mi culpa. Luego de deplorarme que lo dejara solo, que él estaría bien sin mi, unos hombres pertenecientes a la mafia vinieron a buscarme directamente a casa. 

Neo me encontró mal herido a proximidades de la ciudad donde él vive. Sí, viví en su casa por un tiempo, él y Miram son personas muy agradables, si quieres, no pierdas el contacto con ellos, son de gran ayuda. Luego por cosas del destino, Hansel y las demás vinieron a buscarme...

Perdón si te estoy aburriendo con esto, le doy muchas vueltas a lo que te quiero escribir realmente, pero me pesa haberme ido sin conocernos todavía mejor...

¿Recuerdas el día que nos conocimos? Entre la multitud, robaste mi atención enseguida. Desde ese día no dejaba de pensar en tu sonrisa, y tu dulce voz. Tu amabilidad, risa, incluso los pequeños gestos que haces al hablar, observarte solo ocasiono que mi estomago experimentara sensaciones curiosas, Midori llama a esto Mariposas. Me explico que pasa cuando a las personas les gusta alguien.

Tal vez parezca ridículo, pero nunca había experimentado esto. Donde crecí, la población era mayormente de ancianos, y curiosamente, yo era el único niño de ahí. Quiero decir, que no tengo nada de experiencia en el amor, y este tiempo que te he conocido, me has hecho sentir cosas, cosas agradables por las que estaría dispuesto a pasar otra vez. Porque estar cerca tuyo hacia que mi corazón palpitara mas rápido, hacías que sonriera sin razón especifica. Deseo compartirte las emociones positivas que provocas en mi. 

Sin embargo, no seré capaz de decirte todo en persona. Te he escrito esto porque quiero sacarlo de mi pecho. Pero no soy hábil con las palabras, no sirvo para esto.

Daerlix, donde sea que me encuentre, te llevare conmigo en el corazón. Si en el futuro las cosas mejoran, no dudare ni un segundo en regresar a la ciudad, donde mis emociones estallaron al conocerte.

Sin rodeos,

Me gustas. 


-Delico Bloodmoon.





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Me morí por un largo rato. Llevo un año y meses que me cuesta mucho sacar mi lado creativo (dibujar y escribir). Y si no me lo propongo, las ideas nunca van a llegar, directamente tengo que escribir algo para pensar en una continuación. 

Mis dotes para la escrituras son un fiasco, sumando que me cuesta imaginar una continuación clara para el blog, todo es un desastre.

No me voy a presionar, cuando tenga ánimos haré el esfuerzo de sacar un capitulo. Lamento las demoras.

Si lees esto, gracias por no abandonar y dejar de leer mi blog, Xime. 

¿Cómo reaccionara Daerlix luego de leer la carta?


Luna